POR LA PUERTA GRANDE
El momento de hacer las listas electorales es cuando la política se abre en carne viva. Los movimientos son terribles. El poder en un partido lo tiene el que hace las listas, lo demás son juegos florales.
En el lado de la izquierda crujen las cuadernas. Sumar y Podemos han alcanzado un acuerdo de mínimos. Después de meses de sesudas reuniones, parece que la línea pasa por algunos nombres que Sumar considera tóxicos; Irene Montero y la práctica totalidad del Ministerio de Igualdad se consideran que restan más que suman. Echenique tampoco es deseado. Para el proyecto que protagoniza Yolanda Díaz se buscan perfiles más “suaves”; la ley solo del sí es sí y la polémica trans no parece que sean banderas que cosechen votos en unas elecciones generales. Irene Montero es el primer cordero que se lleva al sacrificio, pero no será el único. La confección de las listas, tanto en Sumar como en el PSOE, es tan dolorosa como volcar la botella de alcohol sobre una herida abierta. En la vida ir a menos es doloroso, parece que en la política también.
Los partidos de la coalición de gobierno se enfrentan a una cura de adelgazamiento brusca, en dos meses su capacidad de influencia en los tres niveles (municipal, autonómico y estatal) se puede ver muy reducida. Habrá que aprestarse el cinturón una temporada.
en los partidos del gobierno hay dos comités …
Parece que en los partidos del gobierno hay dos comités, uno que busca levantar la moral y luchar por el mejor resultado posible; anima a las bases a “remontar el resultado” bajo la premisa de que la economía va como una moto, que la ciudadanía reconocerá las dificultades de gestión y los éxitos alcanzados. Tienen un trabajo importante a realizar, las bases acaban una campaña que no ha cubierto objetivos y ahora llegan los empujones para entrar en las listas.
El otro comité entiende que, aún con un buen resultado del PSOE, los líos de Sumar con Podemos y 14 partidos no aportarán suficientes escaños; en definitiva, dan por perdido el poder y comienzan a diseñar la estrategia de la oposición a seguir después del verano del 23. En el PSOE el camino es el conocido tras fiascos parecidos. Para final de año se convocará un congreso para elegir un nuevo líder y ejecutiva. Lo más razonable es que los socialistas busquen un perfil más próximo al centro político y se alejen de coaliciones con partidos alejados del orden constitucional. Sumar se parece a la UCD (cuando la sopa de letras de los partidos en la transición), lo probable es que también haga un congreso para dejar de ser coalición y pasar a ser un partido.
No habrá coalición significativa entre PP y Vox antes de las elecciones
En la derecha lo ven de otra forma; tienen cuatro años de un poder municipal y autonómico grande, además vienen de menos (que es diferente). No habrá coalición significativa entre PP y Vox No habrá coalición significativa entre PP y Vox, a ninguno de los dos le interesa; al PP para mitigar los ataques de la izquierda y a Vox porque entrar en esa dinámica favorecería el voto útil hacia el PP. Las bases sociales de populares y de Vox son muy similares y en un momentum electoral pueden darse vuelcos significativos. Las listas también levantarán ampollas, pero menos porque están en expectativas crecientes.
Menos Tezanos la práctica totalidad de institutos demoscópicos prevén una mayoría conservadora del PP y Vox. Tan seguros lo ven en Génova que Feijóo pretende pasar de puntillas por la campaña. Tan de perfil se pone que cuesta entender que es lo quiere hacer si llega al gobierno, la tormenta desatada en las filas de Sumar les empuja a ese perfil bajo. En el reciente libro de Rato cuenta como Rajoy estaba convencido que ganaría las primeras elecciones, que llevaron a la presidencia a Zapatero y a Rajoy siete años a la oposición. Si Feijóo quiere ganar las elecciones deberá despertar el interés de la ciudadanía y dejar de jugar al mal menor o al voto útil.
El que no forme gobierno se marchará
El reloj avanza, tanto Sánchez como Feijóo llevan una sola bala en la canana. A uno de los dos le quedan seis semanas como mandamás de la política nacional. El que no forme gobierno se marchará y no será entre aplausos por la puerta grande.
Tranki PP = 150 escaños mas 45 de vox = 195 mas que sobra dos
La ultima conclusion es lo mejor que nos puede pasar. Ninguno de los 2 son buenos estadistas. La pena es que no se vayan ambos y venga Ayuso o Page
Querido Tomás,
Muy buena reflexión de las elecciones generales y análisis de ambos líderes.
En efecto, uno de los líderes actuales de los partidos mayoritarios dejará el poder. Lo único positivo es que volveremos a una cierta centralidad abrazada por PSOE y PP y ayudados por sus bandas izquierda y derecha. El experimento de los últimos años, desde las tiendas de campaña en la Puerta del Sol, ha concluido. Las opciones que de allí crecieron, a izquierda y derecha, están desapareciendo, a excepción de VOX que, lo veremos, moderará su discurso.
Caminamos raudos y veloces al bipartidismo con las muletas de los nacionalismos. A lo de siempre en España, siempre que la moderación fue denominador común en política. Como bien sabemos solo se pueden sumar fracciones si tienen denominador común. Si no es así, se consigue con discurso y negociación. En ello estamos, a izquierda y derecha. Veremos quien lograr vencer y hacer gobierno. Que no está claro. Aunque gane las elecciones el PP, que eso parece.
Enhorabuena Tomas por la estupenda descripción del panorama político.
La pena es que ni Feijoo ni el PP van a ganar las elecciones por mérito propio (la tibieza con que se ha enfrentado a unos resultados estupendos en las municipales y autonómicas nos ha decepcionado a muchos votantes que, aun sin ilusión, le seguiremos votando ó le daremos el voto a VOX, menos acomplejado), sinó que las ganarán porque perderá ( Dios lo quiera y España se lo merece) el mentiroso 🤥, que debería desaparecer de la política para no seguir dejando a España y los españoles tan bajos en todos los aspectos.
Totalmente de acuerdo con cuanto expones.
No obstante, sin duda por la desconfianza generada por mi avanzada edad y en base al comportamiento sustentado en falsedades del increíble campeón de las mentiras y falacias como es «el Sánchez», no estoy nada seguro de que el resultado del 23-7, suponga su anhelada , para millones de españoles, desaparición.
Digo ésto, porque , en mi modesta opinión, Feijóo, entre otras cosas, se está equivocando para aparentar más centralidad en el tema «VOX» y le puede quitar muchos votos. No entiendo el por qué tiene que establecer una especie de cordón sanitario con la citada formación, cuando Sánchez ha pactado y está en el poder, gracias a los mayores enemigos de la Nación de la que es Presidente de su Gobierno. Puede que sea un argumento electoral, pero muchos españoles no estamos de acuerdo con esta posición.