POR UN NUEVO PACTO SOCIAL EN LA MEDICINA

El ejercicio de la medicina es una profesión especial. Para mí lo ha sido casi todo a nivel personal, familiar y profesional. Conozco bien la profesión y su evolución en los últimos cincuenta años.

Los recientes conflictos laborales de los médicos en Madrid (y en otras provincias) me han hecho reflexionar acerca del concepto de contrato social de las profesiones sanitarias con la sociedad, en particular ¿qué esperan los ciudadanos de la profesión médica? y ¿qué están dispuestos a darles a cambio? Todo ello está inevitablemente afectado por las duras condiciones sufridas por los profesionales en la pasada epidemia de Covid-19.

Los médicos afrontaron la primera ola del virus de forma ejemplar, sin medidas de protección adecuadas, plantaron batalla a una enfermedad nueva y desconocida. Siguieron códigos de conducta ancestrales, con altruismo asumieron el riesgo de contagio, la flexibilidad horaria o el desarrollo de funciones asistenciales no habituales.

Resumen, la profesión está pespunteada por una triple problemática

A modo de resumen, la profesión está pespunteada por una triple problemática, enormes exigencias en la formación y en el ejercicio, remuneración escasa (muy inferior a otros países) y menguante reconocimiento social.

Los estudios son largos (10-11 años) y duros, después de pedir a los adolescentes unas notas en el bachillerato extraordinarias. El conocimiento que se intenta abarcar es tan inconmensurable que pronto, durante la carrera, tiene uno que admitir la imposibilidad de conocerlo todo; forma parte de la capacidad que todo médico debe desarrollar para tolerar la incertidumbre.

Finalizada la pandemia, las exigencias de los ciudadanos son elevadas, en unas ocasiones adecuadas, en otras van más allá de lo que la ciencia puede aportar; a veces van regadas por la demagogia de los políticos que prometen derechos sin límite que no se corresponden con la realidad.

¿Cuántas agresiones en el desarrollo de su trabajo tienen los arquitectos?

Formamos cada vez mejor a los médicos sin embargo el prestigio y el reconocimiento social del profesional ha menguado. ¿Cuántas agresiones en el desarrollo de su trabajo tienen los arquitectos, los ingenieros o los notarios? Los médicos las contabilizan porque ha dejado de ser extraordinario.

Estamos en el comienzo de que las modernas técnicas de inteligencia artificial y de big data invadan la consulta de millares de médicos, nuevos y costosos tratamientos personalizados están en el umbral de los hospitales; en medio de todo ello están unos profesionales entre los que el burnout tiene una presencia significativa.

Los profesionales de la medicina reclaman que la contraprestación (del pacto social) pase por formas de contratación y retribución que guarden relación con la responsabilidad y el nivel de pericia que se les exige, pero no es suficiente. Los médicos buscan recuperar autonomía profesional y sentido de pertenencia; así como ocupar una posición razonable en los niveles de decisión. Toda sociedad democrática debe mantener un pacto razonable con sus médicos. Vivimos un momento de desajuste de ese pacto. Creo que las reivindicaciones de los profesionales no han hecho nada más que empezar.

Si el colegio de médicos no quiere volver a verse sobrepasado por los acontecimientos tiene que escuchar a sus colegiados

El colegio de médicos tiene legitimación para, con independencia de las fuerzas políticas, defender la voluntad general del colectivo médico. Si la institución colegial no quiere volver a verse sobrepasada por los acontecimientos, más pronto que tarde, tiene que escuchar los anhelos de sus colegiados y trasladar a los responsables políticos que unos médicos con sentimiento de pertenencia, satisfechos de su ejercicio profesional sólo redundará en una mejor atención a los ciudadanos. Pero no sólo el colegio, los sindicatos profesionales y las sociedades científicas han de servir como canal de expresión que haga explícita la situación del colectivo y colaborar en la necesaria restauración del pacto social que vincule a los médicos con la ciudadanía.

14 comentarios en “POR UN NUEVO PACTO SOCIAL EN LA MEDICINA”

  1. Vision realista e interesante de un problema que se ve venir desde hace muchos años y que va de la mano con la pérdida de valores y conocimientos de la sociedad española
    Pero aún no hemos tocado fondo y por eso debemos estar preparados para el cambio de paradigma social.

  2. Desde mis inicios, vi donde llegaríamos. Tuve parte importante de mi formación en el extranjero y en cuanto superé las pruebas, me afilie a las sociedades Europea y norteamericana de mi especialidad.
    Por las españolas, me siento, representado o defendido, más o menos como por la conferencia episcopal

  3. La sanidad española no puede darse el lujo de perder 8000 médicos jóvenes al año.Los que hoy insultan y agreden a los facultativos acabarán implorando su regreso.pero ya será demasiado tarde..Solo se valora lo que no se tiene.

  4. Una gran reflexión. Has vívido y vives la profesión en una doble faceta pues estas también al otro lado del mostrador

  5. Una reflexión muy lúcida y certera sobre la realidad que nos está tocando afrontar y vivir estos años. En lo que a mi concierne no me siento representado por el quehacer y trabajo de nuestro colegio profesional a la hora de afrontar estos retos, creo que debe dar un paso adelante y que sea notorio y evidente por parte del colectivo al que representa. Un saludo.

  6. Gracias Tomas por tus reflexiones una vez mas tan acertadas.
    No solamente es el pacto social imprescindible para ir poco a poco normalizando la situación sino que hay que poner encima de la mesa el pacto profesional personal con la medicina de cada profesional y por ende de los propios colegios de médicos.
    No pasa nada si se van X miles de médicos fuera de españa, la movilidad ayuda a enriquecer los conocimiientos, lo que no se puede en contrapartida es que los colegios y las sociedades médicas bloqueen cualquier entrada de especialistas foráneos a bnuestro país, una vez que acrediten formación adecuada.
    Comparto contigo que el problema es muy complejo pero que hay que ir poniendo soluciones para que nuestra profesión querida no acabe deshumanizada.

  7. Como médico que eres, paralelamente desde tu faceta de analista político, has puesto el dedo en la llaga y, como simple ciudadano, me parece extraordinariamente acertado tu análisis de la situación.

  8. Tomas, una reflexión que comparto contigo completamente y que cada día inunda mi pensamiento .
    Esa formación excelente que nos autoexigimos para poder dar una atención de calidad a los pacientes, se ve en muchos momentos frustradas debido la
    presión del sistema sanitario al poco reconocimiento social y en los últimos años ( y en concreto en mi Comunidad), con la escasa remuneración en relación a la responsabilidad que tenemos .
    Vivimos unos momentos laborales difíciles que sólo la vocación y el amor a mi profesión, hacen que siga luchando para continuar cada día .

  9. De acuerdo esencialmente con el análisis del maestro y plenamente de acuerdo con la idea de que los médicos nos sentimos cada vez peor tratados y estamos cada vez mas desmotivados. Solo añadiría que, además, estamos ya asintiendo a una demanda asistencial progresivamente creciente que no se compensa con aumento de plantilla. Tenemos un problema demográfico claro ( el envejecimiento progresivo de la población, con la consiguiente aparición de pluripatología crónica) que hace que cada vez haya más pacientes que demandan asistencia. La atención primaria y la hospitalaria españolas fueron diseñadas en los años 70 para la medicina de los años 70, en la que la población española era joven y la atención requerida se limitaba esencialmente al tratamiento de enfermedades agudas. Pese a que ahora el problema es otro, pocos cambios estructurales se han introducido en la sanidad española (salvo la transferencia a las autonomías, con todos sus claroscuros). Tendremos una población progresivamente envejecida, con lo que el número de pacientes a atender se incrementará paulatinamente y las enfermedades crónicas serán el principal problema a resolver. Con las plantillas actuales, sin aumentar la inversión en sanidad y sin cambiar las estructuras actuales, ¿alguien cree que la sanidad, y por ende, los médicos, vamos a estar mejor en el futuro?. El problema es muy complejo y para los políticos una patata caliente que tratan de esquivar a toda costa. Por ello, creo que deberíamos obligarles a que acepten un pacto nacional político, al menos de los dos grandes partidos, en el que se analice objetivamente qué podemos ofrecer a los ciudadanos en términos sanitarios y cuánto estamos dispuestos a gastar para ello.

  10. Cuanto pesimismo injustificado
    Que mezcla de problemas que poco tienen que ver unos con otros

    Gran parte de la alegría y entusiamo que siento al ejercer la Medicina me la provoco o fomento yo mismo. Culpar siempre a los demás se nos dá muy bien

    Tenemos una sanidad excelente (que tenemos que cuidar) y tb creo que debemos estar mejor pagados, pero de ahí a dibujar un futuro tan sombrio, en mi caso y mi entorno, afortunadamente, no lo veo

  11. De acuerdo practicamente en todo con tu análisis Tomás, pero me gustaria añadir que el sistema sanitario en España viene renqueando desde hace años. El nivel de exigencia ha ido aumentando, no solo cualitativa sino cuantitativamente, con consultas de primaria de 5 minutos por paciente y de 40 a 50 pacientes por dia.
    En mi opinión, se ha mantenido por lo que decia Rocio, por la vocación, y el alto grado de altruismo que tenemos en esta profesión. Pero cuando el grado de exigencia ha aumentado , como consecuencia de la pandemia y el aumento de la inmigración, al sistema, al menos en mi comunidad, Andalucia, al sistema se le han roto las costuras y ya no aguanta mas.
    Completamente de acuerdo con el análisis de Miguel. Nuestro sistema esta obsoleto, se diseño hace 50 años y la situación no es la misma. Tenemos un sistema hospitalocentristra, con muy poca atención y valoración de la atención primaria.
    Creo que nos falta mayor y mejor, inversión en sanidad. Somos el país de la CEE que menos gastamos de manera per cápita en sanidad.
    La gestión sanitaria es bastante mejorable, tanto a nivel técnico como en los recursos humanos.
    Y por último a los políticos responsabilidad y seriedad a la hora de señalar a la sociedad tanto los derechos como las obligaciones que tienen con el Sistema Sanitario.

  12. Un gran artículo, Tomás. Has hecho un análisis muy acertado de la problemática de la atención sanitaria.Ojalá sirva para que los gestores sanitarios y los políticos tomen nota y apliquen soluciones a este grave problema

  13. Me ha parecido un análisis muy acertado de la situación. No soy médico, pero vivo de cerca la profesión y su problemática.

    Creo que lo que reclaman los profesionales de la medicina debe ser considerado muy seriamente y que la gran responsabilidad del éxito de las negociaciones recae sobre quienes administran los fondos públicos.

    Los políticos manejan a su conveniencia dineros que les son servidos en bandeja y suelen mostrar escaso interés por enterarse del esfuerzo que al ciudadano común le cuesta producirlos.

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